MIEDO DA A VECES COGER UNA PLUMA

"Miedo da a veces coger una pluma y ponerse a escribir,
miedo da a veces tener miedo a tener miedo [...]"
Gloria Fuertes

domingo, 8 de julio de 2012

De un grito...


Grité y grité y grité. Grité muy fuerte y luego muy quedito. Grité hasta casi llorar por el dolor de garganta, de estómago y de oídos. Grité para sacar del algún modo todo lo que sentía que se estaba pudriendo dentro de mi cabeza. Mi grito era en realidad un vómito de aire y ruido. Mi grito, mi vómito, era frustración, era protesta, era enfado, era sed de venganza, era tristeza, era toda la escoria de las sensaciones. Mi grito lo componían dos, tres, mil, infinitas voces internas unidas y peleadas entre sí. Mi grito era la nota más larga y más melancólica del saxofón más solitario e incomprendido tocando el blues más blues de todos los tiempos. Mi grito ocupaba un espacio en el vacío y un vacío en el espacio.

Grité hasta casi sangrar; hubiera gritado hasta sangrar si no se me hubiera vuelto de noche en la mirada antes.
 
Cuando desperté seguía en esa esquina del mundo más alejada de todo que el pico más hondo o el mar más elevado. Más rechazada mi esquina que las montañas donde deambulan los peces y los océanos en donde los osos buscan panales marinos. Mi esquina, mi rincón olvidado por todos menos por mí. El único lugar en que podía antes encontrarme con mi propio gato de Chesire que dejó de ir porque ya no cabía su sonrisa. Una esquina en donde se encontraban elementos de mi infancia más temprana y elementos tan recientes que parecían el futuro inmediato. Estos elementos se mezclaban formando lo que aparentemente era yo. En esa esquina se encontraban los personajes de los libros que yo había -consciente o inconscientemente- decidido adoptar. En esa esquina se mutilaban voluntariamente para dejarme la parte de ellos que me interesaba y unos pocos me vendían a precio simbólico su alma completa. Desde esa esquina de crímenes e impunidad había gritado yo, mi esquina de la existencia propia absoluta y de la no-existencia de todo lo que no era yo. 

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