MIEDO DA A VECES COGER UNA PLUMA

"Miedo da a veces coger una pluma y ponerse a escribir,
miedo da a veces tener miedo a tener miedo [...]"
Gloria Fuertes

lunes, 24 de diciembre de 2012

De las campanitas...


Todo suena a campanitas. Y qué tristes están. Tienen matices delgaditos y moribundos. Si todo suena a campanitas es porque sino todo sería silencio. La soledad suele ser calladita en principio. Si afuera el viento frío habla es para no sentirse solo, para ir saltando entre los árboles sin que piensen que ha sido abandonado. Y cuando pienso en este día, sólo suenan esas campanitas. No importa en dónde esté, las escucho y su sonido pequeñito se me cuela entre las manos como arena de piedra blanca.

Hoy me siento en esta silla frente a la pared. La pared vacía me mira de vuelta sin sonreír. Las cortinas están cerradas y la luz aprovecha para ser tan amarilla como puede. Nada se mueve a primera vista. Sin embargo, después de observar unos minutos, se puede ver que todo respira. La mesa y los sillones respiran, la mesa y la lámpara respiran, la mesa y los libros respiran y yo respiro. Es una mesa lisa, roja y brillante, a veces cálida y a veces más bien agresiva. Pero lo importante es recordar que todo respira, y que ese todo me incluye.

No pasa nada porque nada se acaba en realidad. Todo es un simple cambio constante, sin fin. Lo que parece tristeza un día será simplemente nostalgia y puede que llegue a ser tan sólo recuerdo. Lo que parece soledad será ya un estado pasajero, ya un estado asimilado. Las campanitas puede que permanezcan un poco más, pero gradualmente se irán y ni siquiera serán conservadas en la memoria por ser tan frágiles y tan bonitas.

Creo que las campanitas están para distraerme, para no dejarme escuchar esa otra melodía que últimamente se gesta en mi cabeza. Las notas del estribillo, aunque no tiene letra, dicen claramente que ya no te quiero. No sé si es o no cierto, pero eso dicen. Son melodías incompatibles. Suenan fatal cuando se mezclan. Chocan, se golpean, se superponen, se amenazan. Y yo, como no quiero seguir en el proceso creativo, prefiero quedarme con las campanitas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario