MIEDO DA A VECES COGER UNA PLUMA

"Miedo da a veces coger una pluma y ponerse a escribir,
miedo da a veces tener miedo a tener miedo [...]"
Gloria Fuertes

martes, 14 de mayo de 2013

Del pez y sus escamas...


Sin saberlo me mandaste señales, sin saberlo no quería verlas. Ahora entiendo los sueños, ahora entiendo tantas cosas. Ahora. Hace poco en letras dejé lo que daba vueltas en mi cuerpo, hice símbolos del sentimiento, dije lo mucho que te quería, hasta las uñas. ¿Qué has hecho? Lo has ahogado todo, lo has quemado y demolido al mismo tiempo. Has silenciado las campanitas porque les has quitado el centro, lo más delicado, te lo has comido, no ha quedado nada.

Tengo sal en las pestañas. No ha sido el número de lágrimas sino la densidad, cargadas de tantos días de no entender nada condensados en un momento. Un momento en que se ha caído la esfera y se ha hecho pedazos y ha brotado cual planta el polvo del suelo entero. Flores de polvo y de humo que se cuela por ese agujero en la esquina del cuarto por la que al final entró la nieve, ni blanca ni roja, negra. Tiene gracia. Creo.

No más espejos ni caleidoscopios para ti. No más fragmentos ni colores. No más luz en tu cuello ni impresiones de tu luz en mis retinas. No más nada ni nada ni nada. Y para mí no más porqués, que al final los porqués no importan, porque de buscar siempre hay un porqué, y como yo decidí que tú fueras ese porqué no puedo entender no haberlo sido. Tú escupe todos los porqués que quieras, pero sabemos que es sólo aire. Las mentiras no son transparentes y de tanto bañarte en ellas has cambiado de color. No te voy a echar de menos porque quien eras a mis ojos no lo eres ya, y eso es lo que más te reprocho: no poder echarte ya de menos. Eres una imagen de contornos borrosos que realmente no conozco.

Esto no quema, ahoga. Pero es un mar que se vacía y el penúltimo día lo sabré sólo al sentir un pececillo rozándome el pie al sentarme al borde de mi cama en la mañana. Adiós pececillo, pensar que un día nadé contigo admirando el sol en tus escamas. Pensar que nadie sospechó que tenías colmillos…

No hay comentarios:

Publicar un comentario